Tener plantas sanas, que florezcan y den frutos abundantes, depende de los cuidados que les demos. Esto no solo incluye el riego, hay que asegurar que reciban adecuada luz solar o abonar la tierra. Además, es preciso protegerlas de amenazas como los hongos, mediante el uso de fungicidas sistémicos de amplio espectro.
Los hongos, son los agentes patógenos más comunes en el reino vegetal. De ahí que quienes se dedican a la agricultura o aquellos que simplemente desean tener un huerto en casa, deben estar atentos a la acción de estos organismos. Por eso, es importante conocer cuáles son los que se reproducen con mayor frecuencia y entre ellos figuran:
– Oidio: su aparición es muy frecuente en rosales, robles y plátanos de sombra. Se detecta cuando la hoja presenta un polvo de color blanco o cenizo sobre su superficie, pero adicionalmente, afecta al tallo, flores y frutos.
– Fitóftora: es un hongo muy peligroso si no se previene o atiende oportunamente, puesto que puede eliminar la planta. Se desarrolla rápidamente, empezando en el área radicular, siguiendo por el cuello e infectando toda la superficie.
Surgen por exceso de humedad y lo más recomendable es prevenirlos, ya que son muy difíciles de erradicar. Pueden atenderse mejorando el drenaje y aplicando fungicidas especiales. No obstante, es esencial que tales medidas se apliquen apenas se observen los síntomas.
– Broritis: se manifiesta mediante un moho de color gris y su acción perjudica a la planta en su totalidad. En consecuencia, tallos, hojas, frutos, raíces y flores se ven afectados por él. Este es capaz de esperar hasta encontrar condiciones favorables para desarrollarse, por ende, debe evitarse que se acumule la humedad.
Su desarrollo se previene asegurando que las plantas se mantengan poco nitrogenadas, secas y con buena ventilación. Una vez presente en el cultivo, su eliminación puede representar una lucha de hasta 10 días, debido a que son bastante resistentes a la acción de los fungicidas.
No es fácil combatir los hongos que aparecen en las plantas, ello implica aplicar diversas medidas, desde la preparación de la tierra y durante el tratamiento del cultivo. Así mismo, tengamos en cuenta que los fungicidas, especialmente los sistémicos de amplio espectro, también son una gran ayuda como mecanismo de precaución.